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En el puerto de Mar del Plata se descargaron 5 mil toneladas menos de pescado y hay alarma en el sector

La crisis pesquera empieza a reflejarse en números. Según datos oficiales, los desembarcos cayeron un 7% a escala nacional en enero y el mayor impacto se registró en el puerto de Mar del Plata, donde se descargaron 5 mil toneladas menos de pescado, lo que representó un derrumbe cercano al 35% con respecto al mismo periodo de 2024.
Voces del sector pesquero marplatense explicaron a LPO que una de las razones centrales para ese derrumbe tiene que ver con que “no hay entusiasmo” de las empresas para armar y sacar los barcos, en un contexto de crisis en materia de costos y complicaciones en el mercado externo.
Entre las embarcaciones paralizadas existen diez buques fresqueros de gran porte que no están trabajando y que, en promedio, operan más de 160 mil cajones por mes. En enero último, se descargaron 10.488 toneladas de pescado, muy por debajo de las 15.087 toneladas de ese mismo mes en 2024.
Esa reducción, a la vez, tiene su efecto expansivo en el trabajo en tierra, tanto de portuarios como de fileteros. Ahí, la crisis ya explotó con el cierre del frigorífico Sur Trade que dejó a 200 trabajadores en la calle.
En el medio, crece la bronca con la gestión de Javier Milei al no tener respuestas al reclamo para que la pesca, que exporta el 95% de su producción, sea incluida en la reducción de retenciones que el Gobierno anunció para los granos.
Más de 200 despidos en la industria pesquera tras quedar afuera de la baja de retenciones
“Sturzenegger tiene una fijación con nuestra actividad”, dijo un referente del sector en Mar del Plata que sostuvo que el ministro de Desregulación -que acusó a las empresas de pescar “gratis”- pretende “licitar el mar argentino” desde el fallido intento de reformar, a través de la ley ómnibus, la legislación que regula la actividad.
En ese sentido, las pesqueras acusan que el Gobierno de “poner trabas”, la más reciente el fuerte incremento que, en diciembre pasado, el Consejo Federal Pesquero impuso en materia de Derechos Únicos de Extracción (DUE).
“Desde el combate por la ley ómnibus nos ganamos un enemigo en el Gobierno. La extracción lo subieron cinco veces, la cuotificación (de merluza común) casi no sale y no hay una ayuda para paliar el sector. Los derechos de exportación fueron beneficiados todos los sectores de la agroindustria y no la pesca. Está bastante direccionado todo”, señalaron.
A la vez, aducen que el tipo de cambio complica la compra de insumos dolarizados para los buques.
En ese marco de tensión con el Gobierno, en el sector hay quienes piensan en pedirle formalmente a Guillermo Montenegro que oficie de intermediario con la gestión libertaria, considerando la sintonía que el intendente PRO muestra con el libertario.
“Es una ciudad pesquera, el 35% del PBI local lo mueve la pesca, desde el ‘barcazo’ con Aprile, en 2005 con Katz y luego con Pulti, los intendentes se ponen al frente de los reclamos a la Nación”, sostuvo una fuente del sector.
Por lo pronto, la semana que viene arrancan las discusiones salariales de este año, en las que algunas voces empresariales adelantan en voz baja la intención de reducir salarios para evitar despidos, lo que podría generar tensiones con los gremios.
Voces sindicales admiten que el tema salarial se verá afectado “si el tipo de cambio no ayuda, si los barcos salen cada vez más caros y si no hay comercialización a nivel internacional”.
En ese último punto, señalaron que la comercialización del langostino atraviesa complicaciones porque la gamba ecuatoriana y langostino indio compiten por los mercados europeos.
En tanto la merluza, la especie de mayor volumen de extracción en el país, también tiene complicaciones en su exportación a Brasil por la competencia de otras especies de criadero.
“La biomasa está bien por primera vez en muchos años, hay abundancia de especies, pero no se trata solo de pescar bien y mucho, sino de vender la materia”, señaló una voz del sector que detalló que el precio de la merluza entera que se vende en banquina para procesar, “no le sirve ni al dueño del barco ni al frigorífico que lo compra. Es barato para uno y caro para otro, por la situación del tipo de cambio”.
Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Read More
