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Después del discurso de Milei vuelve a subir el riesgo país
Un día después del discurso de Milei por cadena nacional, anunciando que aflojará la billetera, el riesgo país se disparó a 1.231 puntos básicos. Para cualquier país emergente este número es una señal de alerta, pero para la Argentina es casi una condena: con este costo de endeudamiento, salir a buscar dólares en los mercados internacionales es imposible.
Los inversores tienen un diagnóstico claro: dudan de la capacidad de pago del Gobierno. Y no es para menos. “Las reservas aumentaron USD 10.500 millones en lo que va del año, en tanto el FMI desembolsó USD 14.000 millones. Es evidente que lejos de acumular reservas, las están perdiendo”, advierte un operador de la City.
La paradoja es que, aunque el Gobierno exhibe el superávit fiscal como su principal medalla, la cuenta de dólares sigue sin cerrar. El oficialismo insiste en que honrará cada vencimiento con recursos propios, sin pedir prestado. Pero la matemática es cruel. Entre septiembre y enero hay que enfrentar más de USD 6.500 millones en compromisos de bonos y letras en moneda dura, según un informe de la consultora 1816.
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Sin acceso a crédito externo, el Tesoro depende exclusivamente de lo que logre juntar por superávit comercial y ajuste interno. Y ahí está la otra cara de la moneda: El gasto público argentino está a dieta, pero hay una partida que no baja de peso: los servicios de deuda. Según el último informe del CEPA, representan el 9% del gasto total de la Administración Pública Nacional. Se mantuvo constante incluso en un contexto en el que el gasto global cayó un 31% en términos reales respecto a 2023.
Los números son contundentes: 7,4 billones de pesos fueron a pagar deuda en lo que va del año, mientras que apenas 4,9 billones se destinaron a todo el Ministerio de Salud. Los hospitales nacionales sufrieron recortes de hasta el 38%, los comedores comunitarios prácticamente no tienen fondos y programas como Conectar Igualdad tienen ejecución cero. Es un ajuste quirúrgico que parece tener una única prioridad: cumplir con los acreedores.
Un economista que suele frecuentar el Palacio de Hacienda lo resumió sin rodeos: “Podés cerrar ministerios, podés frenar obra pública, pero si no acumulás dólares, no hay magia que alcance”. La frase resume la sensación de que el ajuste fiscal, por sí solo, no resuelve el problema de fondo: la falta de divisas.
Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Read More

