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Gracias a la recesion, las importaciones se hundieron un 30% y hubo superávit comercial
Cuando se habla de los dólares “genuinos” que genera la Argentina son aquellos que corren por la vía comercial del frente externo. La diferencia entre lo que el país exporta e importa. El dato es que el superávit de agosto sumó USD 1963 millones, por noveno mes consecutivo con resultado positivo, según dió a conocer el Indec este jueves.
A simple vista el dato nominal provoca entusiasmo, pero al incorporar el número en relación a otras variables, la observación se complejiza.
En agosto las exportaciones totalizaron USD 6.793 millones y las importaciones, USD 4.830 millones. Con esto las exportaciones aumentaron 14,9% respecto a agosto de 2023, lo que se explica por el incremento de 20,7% en las cantidades, que compensaron la caída de los precios que registraron una pérdida del 4,8%.
Pero el dato a destacar es la fenomenal caída de las importaciones. Hundidas. Se desplomaron un 29,8% en comparación con el año pasado. El derrumbe se explica por una reducción del 32,2% en las cantidades, porque, a la inversa de la trayectoria de las exportaciones, los precios en dólares crecieron 3,7%.
Caputo volvió a conseguir superávit financiero en agosto y bajó el riesgo país
La estrecha relación entre nivel de actividad e importaciones es sabida. Por cada punto que crece el PBI, las importaciones se multiplican 3 o 4 veces. Con lo cual, la recuperación de la economía presiona sobre un nivel de reservas que sobrevive al límite de la asfixia.
Entonces para conseguir el resultado comercial positivo, la recesión se torna un elemento clave para reducir la demanda de divisas por importaciones.
Desde el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) explican que “Pese a las apariencias vinculadas al actual veranito financiero, se constata el inicio del déficit de la cuenta corriente del balance cambiario con negativos contabilizados en USD -220 y USD -1.670
millones, en junio y julio respectivamente” Los economistas de CIFRA destacan “una evidente apreciación cambiaria” y “la
caída de las reservas internacionales”.
En este sentido agregan que “Si bien los ingresos por el blanqueo de capitales pueden disimular en el corto
plazo esta tendencia, la perspectiva es a que se profundice si se considera que: 1) el calendario de pagos de las
importaciones se acrecienta en los próximos meses por la deuda contraída al comienzo del mandato, 2) la reducción
del impuesto PAIS junto a la apreciación cambiaria abaratan los bienes importados, y 3) los mencionados
vencimientos de la deuda en moneda extranjera no son desdeñables en lo que resta del año (casi 3.000 millones de
dólares) y aumentan significativamente en 2025 hasta alcanzar a 17.500 millones de dólares”.
Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Read More