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La inflación cayó al 3,5% pero la suba de vivienda y servicios la duplica
La inflación de septiembre marcó 3,5% y de esa forma, el gobierno obtuvo la marca más baja desde 2021. Se trata de un logro importante para el gobierno que hace meses no lograba perforar el piso del 4%, al punto que economistas como Domingo Cavallo estaban alertando sobre las causas de esa ralentización en la baja de la inflación.
El IPC nacional registró un alza mensual de 3,5% en septiembre de 2024, y acumuló
en el año una variación de 101,6%. En la comparación interanual, el incremento alcanzó el 209%.
El problema para la mayoría de los trabajadores y jubilados es que esta baja general, cuando se mira al interior del índice revela que la inflación de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles casi la duplica con un 7,3%, lo que genera un efecto pobreza porque se come buena parte de los salarios.
Particularmente dramático es el caso de los alquileres que se ajustan por un índice especial llamado ICL que contempla la inflación interanual y aplica subas que pueden llegar al 200%, según los contratos.
Estiman que la inflación núcleo puede caer al 2.6%, muy cerca de la meta de Milei para abrir el cepo
Como sea, es evidente que la política de desinflación del gobierno enfrenta un hueso duro en los precios regulados de los servicios que navegan al doble de velocidad, por el rezago de años de congelamiento.
Esta situación fue observada por la consultora ACM de Javier Alvaredo: “En los últimos meses, se ha observado una divergencia en la inflación general, con
dos ritmos diferenciados: por un lado, los bienes, que han promediado un 3,1% mensual en
los últimos tres meses, y por otro lado, los servicios, que han registrado un promedio de 6%
mensual en el mismo período. Esta dinámica está influenciada por la disparidad en los
precios relativos, ya que varios sectores de servicios aún presentan un rezago en
comparación con otros”.
“En este contexto, los precios regulados han sido los principales impulsores de las
subas recientes, destacándose los incrementos en vivienda (agua, gas, electricidad),
comunicación, educación y transporte. Dado el rezago acumulado en estos precios en los
últimos años, es probable que esta tendencia continúe en los meses por delante, lo que
presenta un panorama desafiante”, concluye ACM.
Otro ítem que subió fuerte es prendas de vestir y calzado con un 6%, por razones estacionales de cambio de temporada.
La buena noticia es que alimentos y bebidas no alcohólicas se movió muy por debajo del promedio con aumentos del orden del 2,3%. Estos números se acercan a la meta que se fijo Milei para abrir el cepo.
Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Read More