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Consejos para que tu perro no haga pozos en el jardín
Existen varias razones que pueden estar vinculadas a que tu perro tenga el hábito de hacer pozos en los espacios verdes de tu hogar. Este comportamiento puede surgir cuando son cachorros o incluso de adultos.
Esto responde a su naturaleza, ya que antiguamente tenían que cazar sus alimentos y cuando no terminaban de ingerirlos lo guardaban para después. Con el paso del tiempo y la domesticación, esa necesidad se disipó pero el instinto continuó latente, por eso es frecuente ver este tipo de comportamiento en canes que fueron rescatados de la calle y que en algún momento pasaron hambre.
Por otro lado, existen otros factores, como puede ser el aburrimiento por falta de estímulos, la necesidad de cazar, estrés, exceso de energía, ansiedad o cambios de rutina. Sea cuál sea el motivo, existen diferentes medidas que se pueden adoptar para evitarlo.
Los cachorros son más propensos a adoptar este hábito, son curiosos, enérgicos y durante esta etapa educarlos es fundamental. Programar paseos diarios para que quemen el exceso de energía o un simple juego como tirarle una pelota ayudará a que se relaje y no busque sus propios estímulos.
Las mascotas también se aburren y un modo de entretenerse es explorando haciendo hoyos en el jardín, por eso es conveniente que tenga sus propios juguetes, ya sean peluches que hacen ruidos, pelotas o huesitos diseñados para que muerdan y se limpien los dientes, esto también evitará que destrocen zapatillas y cosas que estén a su alcance dentro del hogar.
Otro caso frecuente está ligado al clima. Cuando sienten calor buscan espacios frescos para resguardarse de las altas temperaturas e instintivamente lo consiguen haciendo pozos en la tierra para recostarse. En este caso lo ideal es mantenerlos en lugares frescos o diseñar un espacio con sombra, cerca de plantas que no sean tóxicas para ellos y que le den frescura en los días más calurosos.
Si contás con suficiente espacio podes armarle un rincón de juegos donde puedan escarbar, esconder sus juguetes y desahogarse. En este caso es fundamental tener paciencia y educarles para que entiendan que este lugar es de ellos y que no ataquen el resto del jardín. Un buen modo es jugar con ellos en ese espacio y poner sus juguetes en ese lugar.
Es importante encontrar el motivo que desencadene este comportamiento, si estuvo expuesto a cambios de rutina, tuvo poco estímulo o actividad física es normal que busque la manera de apaciguar estas emociones, y en base a esto será más fácil encontrar la solución a este comportamiento.
Fuente: Vos